El Real
Madrid juega con una intensidad que desea el 'Tata' Martino para su
equipo. Carlo Ancelotti dio con la tecla y en el momento en el que se
deciden títulos y se caen equipos por el camino, sus jugadores muestran
la mejor de sus caras. Saltan al césped con hambre de éxito. Buscan el
gol desde el pitido inicial. Imponen su estilo, con personalidad de
querer el balón y velocidad ofensiva para golpear al rival.
El Levante llegaba en su mejor momento pero el Santiago Bernabéu son palabras mayores para cualquier equipo en este momento.Con el viento a favor y cómodo en el campo, los de Ancelotti jugaron con paciencia. Supieron encontrar espacios en una defensa rival poblada. Aplicaron la velocidad de juego necesario y aunque no mantuvieron el ritmo, fueron generando oportunidades. Benzema asistió a Di María que se topó con Keylor, rápido en la salida para tapar espacios en el mano a mano.
Cristiano respondió con un amague en bicicleta y un derechazo con rosca a la red.Ya estaba el Levante con todo perdido y jugando en inferioridad numérica.Un reencuentro que en el pasado rompió la ceja al portugués sin castigo del colegiado y hoy fue excesivo.
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